Yoigo sale al mercado el próximo viernes

El lanzamiento de Yoigo, el 4º operador de móviles español, se producirá este próximo viernes (1 de Diciembre). La compañía lo anunció hace 150 días. No sé si el operador tendrá éxito, pero creo que es una historia empresarial que es interesante seguir de cerca. Tanto porque supone la puesta en marcha de un plan estratégico arriesgado y muy innovador, como porque es una muestra de lo que puede ocurrir con los operadores que entren con las licencias de operador virtual.

En primer lugar ¿hay hueco en España para un 4º operador de móviles?. Yo creo que sí. El mercado español de móviles está saturado pero todavía no es maduro. En Suecia (país de TeliaSonera, accionista principal de Yoigo) en 2001 había 3 operadores de móviles y ninguno virtual. Hoy hay 5 operadores de móvil y 40 virtuales. Y todo esto en un mercado de 9 millones de usuarios con una penetración de telefonía del 112%. En España hay 45 millones de posibles usuarios y una penetración del 97% (y hasta ahora sólo 3 operadores). Sólo hay que pensar que allí te puedes cambiar de operador mediante el envío de un sms (casi como aquí).
Yoigo sale al mercado con el mercado repartido, con una plantilla de 70 personas (frente a los 4700 empleados de Telefónica, los 4091 de Vodafone o los 2000 de la antigua Amena). Para ello tiene un presupuesto de 1000 millones de euros para los próximos 5 años.
La estrategia que Yoigo pretende poner en marcha por un lado es acceder al nicho de mercado de los jóvenes que cubría Amena y que ahora Orange parece que abandona de cierta forma. Pero lo innovador de su planteamiento es que pretende ser una compañía de “bajo coste” modelo que en el sector de las teleco españolas no se conocía hasta que entró el grupo sueco Tele2. Recuerdo que Tele2 al principio sonaba a chiste pero fue una historia de éxito que arrasó en su nicho de mercado con una plantilla de 20 personas hasta que compró Comunitel. La idea es externalizarlo todo (en el caso de Yoigo hasta la propia gestión de su red que la hará Ericsson) y centrarse en la supervisión y control de las empresas externas así como el posicionamiento de la marca.
Parece difícil, pero es un auténtico caso para un MDTIC.